Por ROGELIO RODRÍGUEZ MENDOZA,
La resolución de la Sala Regional Electoral, Monterrey, del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, a través de la cual ordenó a la mesa directiva del Congreso del Estado, tomarle protesta vía remota al diputado electo del PAN, Ismael García Cabeza de Vaca, está salpicada, por todos lados de sospechosismo.
La sentencia recayó en dos medios de impugnación interpuestos por el mismo panista, a través de los cuales se quejó de la negativa de la Junta de Gobierno a emitir un acuerdo para que el Pleno legislativo le tomara, a distancia, la protesta de ley, debido a que no podía asistir personalmente por padecer Covid.
Pero, ¿alguien cree realmente que el hermano del exgobernador, Francisco García Cabeza de Vaca, está enfermo, como argumentó a través de un certificado médico que hizo llegar a la Junta de Gobierno del Congreso del Estado, la semana pasada, y con el cual justificó su inasistencia a la sesión de toma de protesta como integrante de la 66 legislatura?
Pues bien, aunque ni usted ni yo le creamos, cosa diferente sucedió con los magistrados electorales, quienes si le creyeron, al grado de que, por unanimidad de votos dieron por bueno el certificado medico presentado por el quejoso.
La Sala Regional ordenó al Congreso del Estado tomarle la protesta de ley al impugnante, ya sea por zoom o cualquier otra plataforma digital, al calificar su presunto contagio de Covid como causa justificada para no acudir personalmente a cumplir con el acto protocolario.
Los jueces electorales concluyeron que, la medida es necesaria en protección al derecho a la salud del impugnante y del mismo personal del Poder Legislativo, por un eventual riesgo de contagio.
Sin embargo, como le decía, la resolución de la Sala Regional esta impregnada de una alta carga de desconfianza, porque ante los ojos de un amplio sector de la sociedad la presunta enfermedad del panista parece una mera chicanada, o para decirlo con más crudeza, un embuste que ahora sirve de cimiento a una estrategia jurídica, cuyo objetivo final es investirlo del fuero constitucional.
Y es que, una vez que la mesa directiva del Pleno cumpla con la resolución de la Sala Electoral, Ismael quedará inmunizado penalmente, lo que impedirá que se le cumplimente cualquier orden de aprehensión.
De hecho, fue ese temor a ser detenido lo que se presume lo llevó a no presentarse a la Plenaria del pasado 30 de septiembre, donde iba a rendir protesta, como lo hicieron el resto de los integrantes del Pleno.
Por supuesto que el asunto también agrava el descredito del Poder Judicial de la Federación, porque la sentencia de la Sala Regional Electoral abre varias interrogantes.
¿Cuál es la prisa para que Ismael García Cabeza de Vaca, rinda protesta como diputado?
Tomando en cuenta de que García Cabeza de Vaca no podrá acudir a las sesiones del Pleno hasta en tanto quede libre de la presunta enfermedad, ¿no era mejor esperar a que se aliviara del Covid para que luego acudiera personalmente a asumir el cargo?
Son esas y otras preguntas las que agrandan la desconfianza en el tribunal jurisdiccional y en la presunta enfermedad del panista.
EL RESTO.
“PAN COMIDO”.- Como quiera que sea, aunque Ismael García Cabeza de Vaca, lograra rendir protesta y con ello obtuviera la inmunidad procesal que lo blinde de cualquier orden de aprehensión, su situación legal quedará bastante endeble.
Y es que, teniendo Morena y sus aliados mayoría calificada tanto en el Congreso de la Unión como en la legislatura estatal, un eventual desafuero sería “pan comido”.
Al tiempo, tiempo.
ASI ANDAN LAS COSAS.
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