El Gobierno mexicano ha enviado una nota diplomática a Estados Unidos acusando a Texas de violar tratados bilaterales de aguas y derechos humanos. La acusación se centra en las boyas y el cerco de alambres que el gobernador Greg Abbott ha colocado en el río Bravo con el objetivo de frenar a los migrantes.
La canciller mexicana, Alicia Bárcena, informó que ya se han enviado dos notas diplomáticas claras que señalan la violación del Tratado de 1944 y el de 1970, que abordan las aguas compartidas y el límite territorial. Además, reiteró las críticas a los cercos de alambres con navajas y las barreras de boyas en el río Bravo, ubicadas en la zona fronteriza de Eagle Pass.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha presentado una demanda civil para exigir la retirada de las boyas, considerando que Texas vulnera la ley de ríos y puertos de 1899 al instalarlas sin autorización del Gobierno Federal. México agradece esta acción legal.
La Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) de México verificó la situación en la zona fronteriza de Eagle Pass y constató la construcción de terraplenes, contenedores metálicos de carga y una malla con púas para evitar el paso de migrantes, lo que ha causado indignación.
A pesar de que estas obstrucciones se encuentran en un tramo de solo 305 metros de los más de 3.000 kilómetros de la frontera, México destaca la importancia de este tema y argumenta que 230 metros de la barrera están del lado mexicano.
El flujo de migrantes hacia Estados Unidos ha disminuido en un 50 % desde el fin del Título 42 estadounidense en mayo pasado, una medida que permitía expulsar a migrantes inmediatamente debido a la pandemia de la covid-19. México se muestra comprometido con una estrategia de migración integral, ordenada, segura, regular y humana.