Por ROGELIO RODRÍGUEZ MENDOZA.
LAS CUENTAS DEL AUDITOR.- El todavía titular interino de la Auditoría Superior del Estado, (ASE), Francisco Noriega Orozco, acaba de anunciar que, antes de que termine octubre les entregará a los diputados locales los informes de resultados de alrededor de 30 cuentas públicas.
Se trata, pues, del resultado de una serie de auditorías a esos tres decenas de entes públicos. En palabras llanas, les detallará a los legisladores lo que encontró mal o bien “acomodado” en el gasto del presupuesto público de diversas secretarías gubernamentales, ayuntamientos y organismos públicos descentralizados.
Habrá que esperar a conocer lo que contienen los reportes de la ASE, pero más allá de eso hay que decir que los tamaulipecos siguen esperando que la instancia fiscalizadora muestre el nuevo rostro que se nos prometió cuando Noriega fue colocado al frente de la misma.
Y es que, cuando el Congreso del Estado lo designó auditor interino se dijo, entre otras cosas, que ahora si las cosas iban a cambiar en materia de revisión del gasto público. Nada de andar protegiendo a los “vivillos”.
El problema es que, dichas diferencias todavía no se notan. Esperemos que estén por verse pronto. Esa es una “cuenta pendiente” de Noriega.
RENDIJA DE CORRUPCIÓN.-Ahora que, resulta importante aclarar que la verdadera corrupción o el pillaje en los gobiernos no está realmente en el ejercicio del presupuesto.
Desde luego que debe haber listillos que, aprovechándose de su posición jerárquica manipulan el gasto en su beneficio, pero el real filón de oro está en los contratos de proveeduría.
El negocio se da, por ejemplo, al momento de asignar la pavimentación de una calle o cualquier obra pública. Ahí es donde se echa a andar la maquinaria de la corrupción: “te doy la obra, pero me das el 20 o 30 por ciento de lo que vas a recibir de pago”. El famoso “diezmo”, que de “diezmo” no tiene nada, porque ese diez por ciento se eleva casi siempre al triple.
Esa es una realidad innegable, que lamentablemente está fuera del alcalde de la Auditoría Superior del Estado, porque ésta solo cuida que las cifras de lo que se pagó y lo que se gastó “cuadren” bien.
Frente a esa realidad, lo que salta a la vista es la necesidad de que se legisle para diseñar normas que tapen esa rendija, por donde se sigue colando la corrupción que, como le decía, permite que cada trienio surja una nueva camada de millonarios.
Una obra cuyo costo normal sería, por ejemplo, de 10 millones de pesos, al gobierno le cuesta 15 millones, porque los cinco millones son los que terminan embolsándose los funcionarios públicos involucrados.
Insisto: ahí es donde está el verdadero negocio. Un negocio que, además es menos riesgoso que andar tomando dinero del presupuesto, porque no hay forma de probar los arreglos bajo la mesa del funcionario corrupto y el contratista.
EL COQUETEO DEL “MAKITO”.- Usando como pretexto la lucha contra el cáncer de mama, el alcalde de Reynosa, Carlos, “El Makito”, Peña, organizó una carrera conmemorativa en la que participó junto con el diputado local y dirigente estatal de Movimiento Ciudadano (MC), Juan Carlos Zertuche.
El polémico edil fronterizo, quien le debe el cargo a Morena, difundió en redes sociales una fotografía al lado del emecista Zertuche, que parece llevar implícito un mensaje político.
¿Coquetean Makito y su mamá, Maki Esther Ortiz Domínguez, con el partido naranja? Pareciera que sí.
No es ningún secreto que, “El Makito”, igual que otros alcaldes, llevan meses llevándole la contra a las más jerarquías del poder estatal.
Amparados, evidentemente, por otras fuerzas políticas, los ediles se sienten con el poder suficiente para confrontar a quien le deberían mostrar respeto y obediencia, porque a querer o no fue quien en su momento avaló sus postulaciones.
Nadie se extrañe si, de pronto desde Palacio de Gobierno sueltan un manotazo en la mesa que ponga quietos a esos alcaldes indisciplinados, que desafían aquello de que, primero es el uno y luego el dos.
Un manotazo que podría materializarse con la reactivación de procesos penales, cuya consecuencia sería el encarcelamiento.
ASI ANDAN LAS COSAS.