En un ambicioso paso hacia la conquista del espacio, China ha lanzado con éxito el cohete portador Gran Marcha 5 Y8 desde el Centro de Lanzamiento Espacial de Wenchang, en la isla de Hainan. Este lanzamiento marca el inicio de la misión no tripulada Chang’e-6, cuyo objetivo es aterrizar en la cara oculta de la Luna y traer de vuelta a la Tierra muestras de regolito lunar nunca antes exploradas.
Nombrada en honor a la diosa china de la Luna, Chang’e-6 representa la cuarta fase del ambicioso programa de exploración lunar de China. La sonda, equipada con un orbitador, un módulo de aterrizaje, un módulo de ascenso y un módulo de reentrada, tiene la tarea de revelar los misterios del lado oculto de nuestro satélite natural.
Los científicos chinos esperan que esta misión proporcione valiosa información sobre el origen y la evolución del sistema Tierra-Luna. Si tiene éxito, China se convertirá en el primer país en la historia en recolectar muestras del lado oculto de la Luna, un hito significativo en la exploración espacial.
Una vez que la sonda Chang’e-6 alcance la órbita lunar, sus componentes se dividirán en dos partes: el orbitador y el módulo de reentrada permanecerán en órbita, mientras que el módulo de aterrizaje y de ascenso descenderán suavemente en el cráter Apolo, ubicado en la cara oculta de la Luna.
Se espera que las operaciones en la superficie lunar incluyan la recolección de rocas y suelo lunar, con un estimado de 2.000 gramos de material a ser recolectado, superando las muestras recuperadas por la misión Chang’e-5. Una vez completadas las operaciones, el módulo de ascenso se elevará para acoplarse con el módulo de reentrada, facilitando el retorno seguro de las valiosas muestras a la Tierra.
El lanzamiento de la sonda Chang’e-6 representa un emocionante capítulo en la exploración espacial y un hito en la búsqueda del conocimiento sobre el universo y nuestro lugar en él.