Por Salvador Leal Luna.
Necesario que cualquiera de los 36 diputados locales de Tamaulipas, sean de las bancadas del PAN, PRI y Nueva Alianza, como de los diputados de Movimiento Ciudadano, MORENA y sin partido político, presenten una acción legislativa para que estos dos factores; es decir el conflicto de intereses, como el nepotismo en el Estado, se castigue con años de cárcel, sea cual sea el grado de consanguinidad que tengan.
Urgente que estos casos se tipifiquen en Tamaulipas, luego de que por ellos, no hay ninguna penalidad. En tanto, los funcionarios públicos, sean estatales o municipales, hablando de la entidad, hacen lo quieren a la hora de hacer convenios, contratos y demás asignaciones con sus familiares.
Estos, deben ser delitos graves, porque es necesario o como se dice en el “argot” legislativo de obvia y urgente resolución contar con penalidades severas en estos casos, ya que alcaldes, gobernadores, funcionarios de primero, segundo y tercer nivel, regidores, síndicos y demás, hacen negocios con sus familiares en cualquier grado de consanguinidad; es decir usan el dinero público, para favorecerse ellos mismos.
Sé que el ejecutivo estatal, los alcaldes y demás autoridades que llegan por voto del pueblo, no creo que tengan la voluntad política de presentar ante el Congreso del Estado, una iniciativa de esa índole, donde se castigue con cárcel, el conflicto de intereses y el nepotismo, porque se estarían echando la soga al cuello.
No es posible, ver cómo el poder ejecutivo, judicial, legislativo, como los Ayuntamientos locales se convierten en empresas privadas, donde la mayor parte de las asignaciones de obras y otras cuestiones se van a familiares, como es el caso del señor, Xicoténcatl González Uresti, que permitió que una empresa de medicamentos, fuese asignada al cuñado del tesorero municipal, por ejemplo.
En tanto, en el gobierno del Estado, existen un sinfín de esposas, hijos, sobrinos y demás en puestos de los órdenes de gobierno. Por ejemplo, el ex diputado local panista, Carlos García, quien fue nombrado, titular de un área de la administración estatal, en tanto, su esposa es directora de un organismo descentralizado en el municipio de Matamoros.
Creo que ejemplos y demás acciones están a la vista, por lo que es; repito urgente que se legisle y estos casos de conflictos de intereses, como el nepotismo, sean delitos y posteriormente se castiguen con años de cárcel. Porque no es justo, que los recursos públicos se queden entre ellos nada más.
Esperamos ver quien tira la primera piedra, pero sin esconder la mano, como comúnmente sucede, si de parte de un legislador o legisladora, del ejecutivo o de un Ayuntamiento como el de Victoria, presenta algo en este sentido de que se tipifique penalmente estos delitos en Tamaulipas.
Hasta el momento, nunca se ha visto que se castigue al menos en este sexenio, alguien por estos casos, pese a que hay infinidad de acciones de esa naturaleza. Es una vergüenza que suceda en la entidad, cuando con la llegada de los vientos del cambio, las cosas iban a cambiar, pero no, sólo es para beneficio de unos cuantos.
Finalmente si existen leyes en ese sentido, creo que en Tamaulipas, son “letra muerta”. Porque, ni la procuraduría o mejor dicho la nueva Fiscalía General de Justicia, como eso que esta moda, la Fiscalía Estatal Anticorrupción, tienen acciones en contra de estos casos de nepotismo, como en conflicto de intereses.
Por hoy es todo.
HASTA LA PRÓXIMA.
Correo Electrónico.
