Por ROGELIO RODRIGUEZ MENDOZA.
En días recientes, una amiga me llamó preocupada y enojada para platicarme que había acudido a una gasolinera diferente a la que acostumbra, para abastecer de combustible su vehículo.
“Oye, son chin…el tanque de mi carro se llena en promedio con 750 pesos, pero ahorita que fui a cargar la bomba marcó 930 pesos. Es imposible que le quepa eso. Le reclame al despachador y lo único que me contesto fue que: “eso es lo que marca”. Estoy furiosa y no sé qué hacer” me contó.
Le dije que lo único que podía hacer era acudir ante la Procuraduría Federal de Protección al Consumidor, (Profeco), pero le advertí que las posibilidades de éxito eran muy pocas.
“Pero es bueno que vayas para que por lo menos la Profeco abra una investigación, y si las bombas despachadoras están amañadas evite que más personas sigan siendo robadas al venderles “litros incompletos”, le explique.
Finalmente no supe si mi amiga atendió mi recomendación.
Quise contarle a usted de ello porque, así como mi amiga, somos cientos, o miles, los automovilistas que hemos sido esquilmados en las gasolineras. Ese es y ha sido el verdadero negocio de los gasolineros, que en realidad son huachicoleros de cuello blanco.
En esa estafa compensan el poco porcentaje que reciben por cada litro que venden. Lo que le roban al automovilista es más de las ganancias que les deja el negocio.
Pero también le traigo el tema a la mesa porque, ésta semana, la diputada federal por Tamaulipas, Olga Sosa Ruiz, acaba de presentar una iniciativa de decreto, que pretende incorporar como delito “el supuesto de enajenación o suministro de gasolina y/o diésel, que se entregue en cantidad inferior a la registrada en instrumentos de medición conocidos como bombas despachadoras”.
La conducta delictiva quedará establecida en la Ley Federal para Prevenir y Sancionar Delitos en materia de Hidrocarburos, y se facultaría en la ley a la Profeco para que tenga competencia en la investigación de ese supuesto.
La pena para los responsables será de cinco a ocho años de prisión.
“Este hecho recurrente tiene que terminar. No es posible que se siga presentando como una práctica permisible de la que todos estamos enterados pero nadie hace nada” señaló la legisladora del Partido Encuentro Social, (PES).
Tiene toda la razón. El robo por parte de las gasolineras es un secreto a voces y nunca antes se ha hecho un intento serio por ponerle freno, Supongo que no se ha hecho porque del negocio se benefician muchos.
Es verdad que la Profeco tiene un supuesto programa de verificación del funcionamiento correcto de las bombas despachadoras, pero extrañamente nunca encuentra nada irregular.
Ante esa situación, esperemos que la iniciativa presentada por la diputada tamaulipeca tenga éxito. Ya fue mucho lo que nos robaron.
EL RESTO.- Lo esperado: la moda de la “consultitis” impuesta por el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, comienza a ser imitada en algunos Gobiernos emanados de Morena.
Ahí tiene el caso del alcalde de Matamoros, Mario López, quien ya anunció que hará una consulta ciudadana para decidir si el Gobierno municipal sigue haciéndose cargo de la Junta de Aguas y Drenaje de Matamoros, o se la entrega al Gobierno del Estado.
¿Usted cree eso? ¡Qué barbaridad!
ASI ANDAN LAS COSAS.
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