¡¡Esparcimiento!!
Por Fernando Páez De León
Cuántas veces hemos escuchado decir que el que trabaja tiene derecho a descansar y si… todo aquel que desarrolla una actividad laboral tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación razonable de la duración del trabajo y periódicamente a vacaciones pagadas, por lo menos eso es lo que dice el artículo 24 de la declaración universal de los derechos humanos, declaración adoptada por la organización de las naciones unidas desde 1948 , como un ideal común en el que todos los pueblos y todas las naciones deben esforzarse.
Siempre que nos referimos a los derechos humanos fundamentales, los cuales tienen vigencia estrictamente universal, regularmente invocamos los derechos a la vida, a la libertad, al libre tránsito y a la libertad de expresión, sin embargo, pocas veces invocamos el derecho humano fundamental al esparcimiento o a la recreación.
La real academia de la lengua define esparcimiento como la acción y efecto de esparcir diversión, recreo y en general al conjunto de actividades que llenan el tiempo libre.
Pero yo me quedo con lo que dice el artículo 15 de la declaración americana de derechos y deberes del hombre, que señala que toda persona tiene derecho al descanso, a la honesta recreación y a la oportunidad de emplear útilmente el tiempo libre en beneficio de su mejoramiento físico, cultural y espiritual, que como casi todas las cosas buenas es una triada.
Luego entonces, recreación, solaz, esparcimiento y ocio, son la justa recompensa a la cual debemos tener acceso, por derecho humano quienes desarrollamos un trabajo, sea este físico o intelectual.
Viene al caso esta reflexión porque existe la creencia de que todo lo que hacemos con gusto y lo disfrutamos no es trabajo, lo cual desde un punto de vista semántico podría ser aceptado, pero, desde la óptica de alguien que hace un trabajo físico pesado, aunque le guste, forzosamente se toma como trabajo y forzosamente deberá disfrutar de su derecho humano fundamental al ocio y al esparcimiento.
Y viene al caso porque este 14 de junio empieza la fiesta mundial por excelencia que es el campeonato mundial de futbol Rusia 2018 y con esta fiesta, viene según datos estadísticos una gran ausencia laboral o por lo menos un descenso importante en la productividad laboral, ya que en todos los lugares de trabajo se encienden televisores y ahora también pantallas de computadoras para ver los juegos, no solo en oficinas, también en talleres, comercios, e industrias, lo que aunado a las campañas electorales nos hace pensar que después de ver los juegos y asistir a los eventos, los que así lo hacen, habrá muchos temas por desarrollar y hasta grandes discusiones como aquella de que no fue penal, así sea al calor de un refresco, un caguamon o simplemente con una limonada.
En fin, que habrá que mejor programar los días para tomar el descanso y disfrutar de los juegos y no faltar a la obligación laboral.
Eso… es lo que yo creo…
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