Por Rogelio Rodríguez Mendoza
“Estamos en la antesala de no tener una gota de agua para el próximo ciclo”, advirtió, Jorge Luis López Martínez, vocal del Consejo de Cuenca del Río Bravo, al denunciar la entrega ilegal de más de 200 millones de metros cúbicos de agua de Tamaulipas a Estados Unidos, supuestamente realizada por la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA).
El productor afirmó que esta acción ha dejado a las presas internacionales Falcón y La Amistad en condiciones críticas, lo que pone en grave riesgo la producción agrícola en miles de hectáreas de la región y afecta a decenas de miles de usuarios.
“Ya este año nos dieron medio riego en el Bajo Bravo, y eso está provocando pérdidas económicas muy importantes”, agregó.
López Martínez señaló que las entregas se están haciendo de manera anticipada, violando el tratado internacional de aguas que regula el reparto. “No hay que entregar más que el tercio del agua de los ríos aforados —Conchos, San Diego, San Rodrigo, Escondido y Arroyo de las Vacas— y eso debe hacerse hasta que termine el ciclo, el 4 de octubre”, sostuvo.
A su juicio, esta práctica no solo representa una falta grave al acuerdo bilateral, sino que compromete la seguridad hídrica del norte de Tamaulipas. “La entrega anticipada es ilegal y perjudica directamente a los productores mexicanos”, sentenció.
El reclamo no es menor: la falta de agua amenaza con colapsar el campo tamaulipeco. Los agricultores temen una crisis sin precedentes que no solo golpeará a quienes cultivan, sino que generará un efecto dominó en toda la economía regional.
Los daños, advirtió, ascienden ya a miles de millones de pesos y, de no corregirse la situación, la siguiente temporada agrícola podría iniciarse sin reservas de agua, condenando al fracaso a uno de los sectores más productivos del estado.