El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha iniciado su segundo mandato tras una controvertida reelección, alcanzada después de modificar la composición de la Corte de Justicia para permitir su candidatura, a pesar de las prohibiciones constitucionales que impiden dos mandatos presidenciales consecutivos.
A pocos días de su toma de posesión, Bukele desplegó miles de soldados y policías en Apopa, un suburbio de San Salvador, y en el centro de la ciudad, donde este sábado jurará su segundo mandato. Este despliegue de seguridad se enmarca en su estrategia de seguridad pública, que ha sido un pilar de su popularidad, a pesar de las críticas por la implementación de un régimen de excepción que limita derechos constitucionales desde marzo de 2022.
En la víspera de su juramentación, las fuerzas de seguridad arrestaron a tres líderes sociales críticos, entre ellos José Santos Melara, un veterano de guerra. Estos arrestos reflejan la represión de Bukele contra opositores y periodistas, quienes han denunciado constantes amenazas y restricciones.
A pesar de estas dificultades, Bukele goza de una alta aprobación popular. Este sábado, en la plaza central de San Salvador, el presidente será acompañado por miles de seguidores y dignatarios internacionales, incluidos líderes latinoamericanos y el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas.
La ceremonia también se verá marcada por la reciente captura de José Santos Melara y las críticas de organizaciones de derechos humanos por las condiciones en las cárceles salvadoreñas. Así, Bukele inicia su segundo mandato en un contexto de polarización, con la promesa de continuar sus políticas de seguridad y enfrentar los desafíos económicos y sociales del país.