Por Rogelio Rodríguez Mendoza.
Fue aprobada en comisiones una reforma al Código Penal de Tamaulipas para tipificar como delito el acecho, ya sea físico o a través de redes sociales, el cual será castigado con penas que van de los seis meses a dos años de prisión.
Por unanimidad de votos, las comisiones de justicia y estudios legislativos dictaminaron procedente la iniciativa de decreto presentada por la bancada de Morena, por lo que ya solamente falta el aval del Pleno legislativo.
De esa manera, en el artículo 276 Octies que se adicionará al ordenamiento punitivo, se establece que : “Comete el delito de acecho, el que siga, vigile o se comunique persistentemente con alguien en contra de su voluntad, atentando contra su seguridad, libertad e intimidad. Es un patrón de atención repetida y no deseada, acoso no sexual, contacto o cualquier otra conducta dirigida a una persona específica que causaría que una persona razonable sienta miedo o temor”.
La conducta deberá ser reiterada, al menos en dos ocasiones, y deberá alterar la vida normal de la víctima, a tal grado que esta, por el temor, angustia, intranquilidad o zozobra que le provoque, se vea obligada a cambiar su itinerario normal, hábitos, costumbres, número de teléfono, correo electrónico, perfiles de redes sociales, su lugar de residencia o de trabajo.
El delito se perseguirá por querella.
A su vez, el artículo 276 Decies establecerá 14 conductas que agravarán la pena para el delito, incrementándola hasta en una mitad los mínimos y máximos.
Por ejemplo, ese agravamiento de la sanción se aplicará cuándo: el agresor ingrese al domicilio de la víctima; se cause grave daño físico o psicológico a la víctima; y cuándo se utilice un arma para cometer la conducta aun cuando no se cause daño físico.
La acción legislativa impulsada por la bancada de Morena señala que, la reforma es necesaria para dejar de normalizar esta modalidad de violencia que deja secuelas psicológicas muy severas en las víctimas, porque viven constantemente con con angustia, temor y estrés, y mucha veces es antesala del feminicidio.
“Si bien no deja marcas físicas, el daño emocional provocado es de consecuencias brutales, por eso se le conoce como un delito silencioso” abunda.