Por ROGELIO RODRIGUEZ MENDOZA.
NUDO CIEGO. – Los madruguetes legislativos en su contra tienen a la bancada de Morena atada de manos.
Aunque sigue siendo el grupo mayoritario en la 65 legislatura, de poco le sirve porque no le alcanza para sacar adelante iniciativas de su interés.
Esa reforma a la ley interna del Congreso del Estado, que impulso el PRI y que fue avalada por el PAN, para que la dispensa de turno a comisiones de una iniciativa solamente sea posible con el voto de las dos terceras partes de los diputados presentes, es una especie de nudo ciego para los diputados del partido guinda.
Cualquier asunto que quieran aprobar en el Pleno tendrá que ser con el visto bueno del PAN, porque sus 16 votos no les alcanza para las dos terceras partes que exige la ley. Necesita 24.
En la sesión plenaria del pasado miércoles, vimos ejemplos claro de esa atadura de manos que padece la bancada morenista. Pidieron que se aprobaran, por la vía del «fast-track», dos exhortos dirigidos al gobernador, Francisco García Cabeza de Vaca, uno de ellos relacionado con la deuda pública, y los panistas simplemente dijeron, “nanay, nanay”.
La impotencia era evidente entre los diputados morenistas, particularmente en la reynosense, Magaly Guillermina Deandar Robinson.
Lo peor de todo es que no hay manera de desatarse ese nudo ciego que les pusieron. La única posibilidad de lograrlo es que Morena gane la elección por la gubernatura, y que entonces algunos diputados panistas abandonen el barco azul y se suban al guinda.
Algo verdaderamente muy incierto.
¿Y LA GLOSA? – Ya transcurrieron 23 días desde que el panista, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, rindió su sexto y último informe de gobierno, y los diputados locales parecen no tener prisa para la glosa del documento.
Constitucional y legalmente el Congreso del Estado está obligado a revisar el contenido del documento, y para ello debe citar a comparecer a los secretarios de la administración pública que considere conveniente.
Sin embargo, a los legisladores no se les ven ganas de cumplir con esa responsabilidad.
Se entiende de los panistas, porque seguramente la bancada de Morena querrá linchar mediáticamente a los comparecientes, y eso para nada conviene a la causa blanquiazul en medio de la disputa electoral por la gubernatura.
Bajo esas circunstancias, la bancada blanquiazul querrá prolongar lo más posible ese ejercicio de rendición de cuentas.
Lo raro de todo es que los morenistas estén muy callados en relación al asunto.
ENGAÑADOS. -El enojo entre los trabajadores sindicalizados del municipio de Victoria es mucho. Ya se dieron cuenta de que los engañaron cuando la noche del dos de abril, el secretario del Ayuntamiento, Hugo Reséndez Silva, los convenció de retirar el plantón que mantenían frente a la presidencia municipal.
El “si” que les dieron a sus demandas no fue porque el gobierno municipal admitiera que tenían razón o que las considerara justas. En realidad, se las aceptaron porque a las autoridades municipales les urgía desalojar el lugar, en virtud de que, al día siguiente estaba programada una concentración multitudinaria de morenistas, con motivo del registro del candidato a la gubernatura, Américo Villarreal Anaya.
En esas circunstancias, el gobierno municipal que encabeza, Eduardo Gattás Báez, se vio obligado a aceptar las peticiones de los sindicalizados.
Sin embargo, el mismo lunes siguiente, el ayuntamiento comenzó a expedir oficios de despido laboral contra varios de los participantes en la protesta, en una especie de venganza y advertencia para el resto de los burócratas.
Por supuesto que todo ello ha tensado las relaciones entre el sindicato y el gobierno municipal, lo cual podría hacer crisis en cualquier momento.
Nos dicen que el riesgo de un paro generalizado en el ayuntamiento capitalino, está latente, con todo y el mensaje amenazante hacia el sindicato que significó el despido de siete empleados.
ASI ANDAN LAS COSAS.
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