Por ROGELIO RODRIGUEZ MENDOZA.
El Cuando un ciudadano se siente víctima de un abuso o exceso de alguna autoridad, lo primero que se pregunta es, ¿a dónde o con quien acudo?
La reacción inmediata ante la frustración, impotencia e indignación que origina el sentirse atropellado por algún servidor público, es buscar apoyo, y para muchos la primer alternativa son las instancias defensoras de derechos humanos.
En Tamaulipas tenemos una Comisión Estatal de Derechos Humanos, pero como si no la tuviéramos.
Aquí hemos escrito mucho sobre ello, pero hoy retomo el tema porque acabo de ver las estadísticas de dicho organismo sobre los resultados de su trabajo anual, en relación a la defensa de la dignidad de los tamaulipecos.
Veamos: durante el presente año, la Codhet ha recibido 681 quejas de ciudadanos que se duelen de presuntas violaciones a sus derechos humanos.
De acuerdo con el organismo, 470 de las quejas ya las resolvió, aunque no detalla cómo, mientras que 211 están en trámite.
Las instancias más denunciadas son el IMSS , la Policía Estatal Acreditable y la Policía Investigadora.
Lo triste del trabajo de la Comisión lo vemos en las cifras sobre el resultado de las recomendaciones que emite.
Una recomendación es como una sentencia derivada de un expediente de queja. En ella establece la responsabilidad del servidor público acusado y las consecuencias que debe enfrentar.
A la fecha, ha emitido 11. En promedio, cada año emite 14. Es decir, de los cientos de quejas que recibe el organismo, solo unas cuantas terminan en una recomendación.
En su sitio de internet, la Codhet publica un apartado denominado “Logros obtenidos con motivo al cumplimiento de recomendaciones emitidas en otros ejercicios”, y las cifras son para preocupar en serio.
Según el informe en cuestión, dos servidores públicos han sido inhabilitados de forma temporal para desempeñar cargos o comisiones en el servicio público durante cuatro meses; uno más ha sido suspendido de su trabajo durante un mes; otro fue suspendido por cinco días, y otro fue amonestado de manera privada.
Suman cinco los servidores públicos “castigados”.
Frente a esas estadísticas salta una pregunta: ¿Vale la pena gastarse poco más de 30 millones de pesos al año para esos resultados? El próximo año, el presupuesto a ejercer por la Comisión será de 34 millones 269 mil pesos.
La verdad, resulta absurdo tener operando una instancia que nos cuesta tanto dinero a los tamaulipecos y que en un año no logra sancionar ni a una decena de servidores públicos.
Peor aún: es insensato gastar tanto dinero cuando las quejas por violaciones a derechos humanos son cada vez más constantes.
El gran problema de la Codhet es que está muy lejos de ser un órgano autónomo.
La autonomía de que está investida figura solo en la Constitución local, porque en la realidad sigue siendo una dependencia más de la estructura gubernamental.
Por eso no sanciona, por eso no critica ni fija posicionamientos frente a aquellas situaciones o problemas que nos lastiman como sociedad.
Luego entonces, mientras eso siga siendo así los tamaulipecos estaremos muy lejos de contar con una instancia en quien refugiarnos cuando seamos víctimas de los excesos del poder público.
Esa es nuestra triste realidad.
EL RESTO.
VA MORRIS.- El exdiputado local del PRI, Carlos Guillermo Morrris Torre, está listo para apuntarse como precandidato a la Alcaldía de Victoria.
Como legislador, Morris hizo un buen trabajo. Buscó la reelección pero no le dieron la candidatura.
Esta vez intentará nuevamente aparecer en la boleta electoral para el seis de junio del 2021. Esperemos que lo logre. Es una buena carta para el PRI.
ASI ANDAN LAS COSAS.