CIUDAD DE MÉXICO.
En la recta final del encuentro entre Chivas y León se dio una polémica, donde los jugadores visitantes reclamaron una mano en el área chica de Antonio Briseño, que el árbitro Marco Antonio Ortiz consideró que no era.
En el minuto 82, un servicio a la altura del manchón penal fue conectado de cabeza por Nicolás Sosa, donde el balón pegó en el brazo derecho del defensor rojiblanco.
Enseguida, los de ‘La Fiera’ reclamaron al silbante, quien prefirió que siguiera la jugada.
Antonio Briseño entró en el segundo tiempo, al 80’, en sustitución de Gilberto Sepúlveda.