Por Redacción Noticentro.
A pesar de las quejas que han formalizado los productores ante las instancias competentes de Gobierno, las casetas encargadas de la vigilancia fitosanitaria en los ingresos y salidas de Tamaulipas siguen trabajando de forma deficiente, advirtió Tomás Anaya Berrones.
El exdirigente estatal de los apicultores recordó que, en varias ocasiones han hecho pública su inconformidad exigiendo atención al problema, pero ni la Sagarpa u otra instancia oficial han atendido el reclamo.
Refirió que se trata de una situación que preocupa a los productores de Tamaulipas porque se pone en riesgo los logros en materia de sanidad vegetal y animal.
“Es un asunto “gravísimo” que afecta tanto a los productores de miel como a los agricultores, ganaderos y citricultores. Se supone que esas casetas tienen como responsabilidad vigilar que no entren al Estado productos contaminados con alguna plaga, pero lamentablemente no están operando como debieran” mencionó.
En el caso de la apicultura, por ejemplo, cada año ingresan a Tamaulipas miles de colmenas de otras entidades del país que podrían venir contaminadas con alguna plaga.
“Como no hay una auténtica vigilancia del personal asignado a las casetas se siguen metiendo al Estado colmenas de Nuevo León, San Luis Potosí, Veracruz, Guanajuato, y otros Estados, con el riesgo que eso implica porque pueden estarnos trayendo enfermedades” detalló.
De hecho, explicó, enfermedades como la barroa y la africanización pudieron haber llegado a través de colmenas de otras entidades.
Insistió en que la vigilancia deficiente termina afectando directamente a los productores, porque echa a la basura los esfuerzos que estos hacen para combatir o prevenir algunas enfermedades.
“De poco o nada sirve que nosotros como productores hagamos un esfuerzo para atender los programas de sanidad porque al final las autoridades no hacen su parte en el tema de la vigilancia” detalló.
Las casetas fitosanitarias operan en Llera, Tula, Altamira, Antiguo Morelos y Villagrán. Se supone que el personal debería verificar que los automovilistas no trasladen material vegetal, fruta o productos animales que puedan representar algún riesgo de plaga u enfermedad, pero se limitan a ceder el paso a los conductores.