La decisión de los 133 Cardenales se concretó en el segundo día de Cónclave en la Capilla Sixtina y en la cuarta ronda de votación. El resultado desafió la creencia de que los líderes de la Iglesia nunca elegirían a un Papa de una potencia global.
A decir de especialistas, el nuevo Pontífice comparte el compromiso del Papa Francisco con la ayuda a los pobres y a los migrantes. Fue líder de su orden religiosa, los Agustinos, cuyos miembros están llamados a vivir con sencillez y dedicarse a servir a los necesitados. Es considerado un prelado humilde.
También habló en español.
«Que este saludo de paz llegue hasta sus corazones, una paz desarmada y desarmante, perseverante, que proviene de Dios. Ayúdenos también ustedes los unos a los otros a construir puentes, con diálogo, con el encuentro, uniéndonos todos para ser un solo pueblo, siempre en paz.
«Tenemos que buscar cómo ser una iglesia misionera. Una iglesia que construye puentes de diálogo, siempre abierta a recibir, como esta plaza, con los brazos abiertos, a todos», planteó León XIV.
No obstante su origen estadounidense, Prevost había marcado su distancia con las políticas del Gobierno de Donald Trump. Hace meses criticó al Vicepresidente JD Vance, quien había dicho que la teología cristiana justificaba el rechazo a los migrantes porque prioriza el cuidado de la familia, y lo cuestionó: «Se equivoca: Jesús no nos pide que prioricemos nuestro amor por los demás».
Políglota de 69 años, matemático, con más años de misionero que de Obispo y Cardenal, Prevost es considerado un clérigo que trasciende fronteras. El sitio oficial de El Vaticano lo presentó como el segundo Papa de América y no como primer Pontífice de EU. Durante dos décadas residió en Perú, donde se convirtió en Obispo y se nacionalizó, y luego ascendió a la jefatura de su comunidad de la Orden de San Agustín.
Con Francisco, dirigió la oficina que selecciona a Obispos.
Eso lo convirtió en una opción atractiva para la poderosa burocracia que gobierna la Iglesia y que, después de experimentar frecuentemente reprimendas de Francisco, quería a alguien que conociera y apreciara la institución.