POR: ALEJANDRO GOVEA TORRES
Desde hace varios días se filtró la información de que el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Santiago Nieto Castillo, presentará una denuncia en contra del Secretario de Administración de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), Víctor Hugo Guerra García, ante la Fiscalía General de la República (FGR) por un desvío millonario similar a la Estafa Maestra que se realizó con recursos de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), durante la pasada administración de Enrique Peña Nieto.
Si no hay cambios de última hora, Nieto Castillo presentará hoy una acusación formal en contra del primo hermano del gobernador Francisco García de Vaca en la FGR, ya que es un “secreto voces” el tráfico de influencias que ha ejercido el encargado de la administración de la UAT.
También desde hace mucho tiempo se han filtrado en redes sociales los supuestos ilícitos cometidos por Guerra García en perjuicio del presupuesto universitario, sobre todo después de la fastuosa inauguración del rancho vitivinícola “Tres Raíces” en Dolores Hidalgo, Guanajuato en mayo pasado.
Se espera que el denominado “Zar Anticorrupción” presente pruebas fehacientes de los presuntos ilícitos de Guerra García, puesto que en caso de que la acusación este bien sustentada jurídicamente se apretará aún más “la soga al cuello” que tiene el mandatario estatal desde que se inició el proceso de desafuero en contra de él en la Cámara de Diputados.
No es la primera vez en que Nieto Castillo presenta pruebas de los ilícitos cometidos en instituciones de educación superior, como sucedió el año pasado en la Universidad Autónoma de Hidalgo (UAH), en donde realizó una investigación de lavado de dinero por 156 millones de dólares.
Es “un secreto a voces” que el Secretario de Administración maneja a su antojo el presupuesto de la UAT, debido a que, según varias versiones, era una instrucción del mandatario estatal, por lo que el rector José Andrés Suárez Fernández simplemente “dejó hacer y deshacer”.
En temas más amables, resulta interesante ver que día a día alguien levanta la mano para buscar la nominación de Morena a la gubernatura estatal, algunos dicen que ofrecen su experiencia y capacidad luego de señalar que los otros aspirantes son improvisados, pero sólo una o uno obtendrá la codiciada candidatura para elección del próximo 5 de junio del 2022.
Uno de los últimos en levantar la mano fue el doctor Faustino López Vargas, quien señaló que, en comparación de otros advenedizos, él siempre ha militado en la izquierda y es uno de los fundadores de Morena en Tamaulipas.
El suplente del senador Américo Villarreal Anaya dice tener méritos, incluso dio a entender que gracias a él pudo ganar la contienda electoral del 2018, sin embargo, siempre ha estado en un segundo plano que difícilmente podría obtener la nominación de Morena para el 2022.
Difícil, pero no imposible, en caso de que la nominación del abanderado morenista a la gubernatura de Tamaulipas se realice a través de una tómbola, cuyo “método democrático” fue utilizado por primera vez en la elección federal del 2015, en donde participaron más de 3 mil aspirantes en el sorteo.
Y hablando de aspirantes morenistas, el presidente Andrés Manuel López Obrador abordó nuevamente el tema de la sucesión en el 2024 en la conferencia mañanera de ayer en Palacio Nacional, pero en esta ocasión llamó la atención de que en el “relevo generacional” que tanto presume el tabasqueño incluyó a la titular de la Secretaría de Energía (Sener), Rocío Nahle García, quien ni siquiera ha logrado ganar una elección local en Veracruz.
La inclusión de la controvertida funcionaria federal de cuarta, perdón de la llamada 4° Transformación, fue como un premio por ser sumisa y obediente antes las instrucciones de López Obrador sin medir las consecuencias negativas que ha generado en la industria energética del país.
En contraste, el Jefe del Poder Ejecutivo Federal no incluyó al senador Ricardo Monreal Dávila en el denominado “relevo generacional” para la sucesión presidencial del 2024, puesto que lo culpa de la derrota que sufrió Dolores Padierna Luna en la búsqueda de la alcaldía Cuauhtémoc en la Ciudad de México ante Sandra Cuevas Nieves, quien obtuvo el 48% de la votación emitida el pasado domingo 6 de junio.
López Obrador no puede asimilar que la alcaldía, antes delegación Cuauhtémoc fue por muchos años el bastión de Morena, haya quedado en manos de la candidata de la coalición PAN, PRI y PVEM.
La alcaldía Cuauhtémoc había pertenecido a Morena desde la gestión de Monreal Dávila en el 2015, luego estuvo Rodolfo González Valderrama y luego Néstor Núñez López en el 2018.
Por último, la titular de la Junta Local Ejecutiva del INE en Tamaulipas, Olga Alicia Castro Ramírez, convocó a las personas que fungieron como observadores en la pasada elección del 6 de junio para que volvieran a supervisar la consulta popular del próximo 1° de agosto, en cuya fecha se decidirá sí se abre o no un juicio en contra de los expresidentes Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce de León, Vicente Fox Quesada, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto, de presuntos casos de corrupción.
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