Por ROGELIO RODRIGUEZ MENDOZA.
Este martes y miércoles, el Congreso del Estado recibirá a seis Secretarios de la administración pública estatal, para la Glosa del cuarto informe de trabajo del gobernador, Francisco García Cabeza de Vaca.
Se trata de un ejercicio de presunta rendición de cuentas públicas que debió realizarse en marzo pasado, pero los peligros de la pandemia del Covid obligó a su aplazamiento.
De acuerdo al punto de acuerdo aprobado por el Pleno Legislativo el pasado martes, los comparecientes serán la contralora María del Carmen Cepeda Huerta; el secretario de Seguridad Pública, José Jorge Ontiveros Medina; la secretaria de Obras Públicas, Cecilia del Alto López, y el Secretario de Turismo, Fernando Olivera Rocha.
Los cuatro comparecerán en Comisiones, a las 16 horas de este martes.
El miércoles, ante el Pleno Legislativo, tocará turno a la secretaria de Salud, Gloria Molina Gamboa, y al secretario de Desarrollo Económico, Carlos Alberto García González.
Estamos pues, por presenciar la repetición de un ejercicio que, hasta el momento, nada de utilidad le ha aportado a la sociedad.
Lamentablemente, las comparecencias se han convertido en un mero show mediático, en el que el funcionario en turno asume un rol protagónico para presumir el lado bueno, o lo que él cree que es el lado bueno, de su área.
Lo que debería ser una oportunidad para hacer una evaluación objetiva de las distintas áreas gubernamentales, termina convertido en un tramite legislativo que solo sirve para que el compareciente se luzca.
No hay autocritica. Todo se convierte en una exposición de presuntos éxitos o proyectos fantasiosos que muy pocas veces se materializan.
Mucha culpa de todo ello es de la oposición, que la mayor parte de las veces llega extrañamente complaciente a las comparecencias, con preguntas que alguna veces dan pena por su inocencia.
Esperemos que en esta ocasión, al menos en ese tema del interrogatorio, las bancadas de oposición sean más inquisitivas y hagan preguntas que verdaderamente tengan como propósito obtener del funcionario información valiosa que sirva para el análisis y evaluación objetiva.
La bancada de Morena se ha distinguido por su dureza en el debate legislativo, por lo que ahora tendrá una oportunidad propicia para hacer toda la serie de reclamos que recurrentemente realiza desde la tribuna en cada sesión ordinaria.
En lo personal, me parece que la inutilidad de las comparecencias está más que clara, por lo que me pronuncio a favor de que desaparezcan. Todos saldríamos ganando con ello: el Gobierno se ahorraría el gasto que implica todo el procedimiento legislativo, y los ciudadanos nos evitaríamos el enojo que nos provocan este tipo de ejercicios.
Finalmente, si hacemos un análisis del contenido del último párrafo del artículo 93 de la Constitución local, las comparecencias no son algo obligatorio.
Dice el citado numeral que: “Durante la primera quincena del mes de marzo de cada año, mediante informe escrito, los titulares de las dependencias de la administración pública estatal darán cuenta al Congreso del Estado que guarden sus respectivos ramos. A su vez, podrán ser citados por el Congreso para que brinden información cuando se discuta una ley o un asunto concerniente a los ramos de su competencia”.
Sería algo más provechoso y aceptable que, cada que la situación lo amerite, ya sea por el surgimiento de algún problema social o bien porque los diputados requieran aclarar dudas respecto a algún tema, se llame a comparecer al Secretario respectivo.
Definitivamente sería algo más útil que seguir repitiendo el formato actual.
EL RESTO.
ACELERADO.- En franca violación a la ley Electoral, el expriista, Eduardo Gattas, anda en plena campaña en busca de la candidatura de Morena para la alcaldía de Victoria.
Al respecto, dos preguntas: una, ¿no se habrá dado cuenta el Ietam de las recurrentes infracciones a la ley por parte del personaje en cuestión?; y dos, ¿realmente cree Gattas que hay victorenses que puedan creer en su discurso de salvador de nuestra Capital?
ASI ANDAN LAS COSAS.