Por Rogelio Rodríguez Mendoza.
La recompensa de 15 millones de pesos que ofrece la Procuraduría General de la República , (PGR), a quien colabore en la captura de Tomás Yarrington Ruvalcaba, y la inseguridad pública, son temas que nos avergüenzan a los tamaulipecos, aseguró el diputado del PAN, Joaquín Hernández Correa, tras negar que el asunto del ex Gobernador priista sea un reciclaje político o una mera situación mediática para conseguir votos hacia el 2018.
Desde la tribuna legislativa, durante el apartado de asuntos generales en la sesión ordinaria celebrada éste miércoles, el también exalcalde de Madero fue insistente en que, el asunto no es una expresión mediática como lo argumentan algunos diputados del PRI.
“No señores. Esto no es una expresión mediática. Es una verdad de los tamaulipecos, que nos duele y que no se puede callar” indicó.
Dijo que durante el Gobierno de Tomás Yarrington Ruvalcaba, se sembró la semilla que hizo proliferar la delincuencia organizada en Tamaulipas, y que desde entonces echó raíces y creció frente a la indiferencia y consentimiento de los posteriores Gobiernos priistas.
Esa tolerancia e impunidad, señaló, generaron las condiciones de violencia e inseguridad que hoy enfrenta Tamaulipas.
“Todo eso explica el porqué de un Estado tan lastimado y agobiado por ese cáncer social llamado crimen organizado. Por eso, la inseguridad pública y la recompensa por un ex gobernador son temas que nos agobian, avergüenzan y lastiman a los tamaulipecos” indicó.
El hecho es más lamentable, dijo, porque hasta hace pocos meses, Yarrington Ruvalcaba se paseaba impunemente en ésta capital.
Hernández Correa refirió que, Tamaulipas es y ha sido terreno fértil para el progreso, pero las malas prácticas administrativas , la corrupción, la incorrecta aplicación de los recursos públicos y los vicios en el ejercicio del poder, así como el endeudamiento excesivo desde hace varios sexenios, han propiciado consecuencias graves en el desarrollo económico y productivo del Estado.
Puso como ejemplo de todas esas malas prácticas de corrupción, el megafraude cometido por el Gobierno priista del hoy Senador, Manuel Cavazos Lerma, con la construcción de la carretera Rumbo Nuevo que costó 1200 millones de pesos, y que por su mala calidad requirió de otros mil millones de pesos para repararla en la administración de Yarrington.
“Ese fue el inicio de un cuarto de siglo de autoritarismo, corrupción y derroche de recursos públicos, que terminó apenas el pasado 30 de septiembre” señaló.
Por todo ello, dijo, el Gobierno panista tiene el compromiso de componer el desorden político y curar y fortalecer a Tamaulipas, para hacerlo producir y así devolverle a la sociedad la confianza en las instituciones públicas.
Ese logro se conseguirá, aseguró, a pesar de la enorme deuda pública que heredaron los Gobiernos priistas y a la complicada situación de inseguridad pública.
“Lo importante es que el proceso de cambio se ha iniciado a partir del uno de octubre porque ya no se podía tapar el sol con un dedo” indicó.