Por Redacción Noticentro.
Aunque ha fallado en otros intentos, el Gobierno de Tamaulipas debe continuar con la defensa legal del agua de la cuenca del Río Bravo para que no se siga afectando a los agricultores de la entidad, afirmó Juan Báez Rodríguez.
El diputado local del PRI y exdirigente estatal de la Confederación Nacional Campesina (CNC), recordó que hace algunos años el Gobierno local perdió una controversia constitucional.
Sin embargo, dijo, el que haya perdido el litigio no significa que el Gobierno de Tamaulipas no pueda volver a intentarlo.
“Tenemos que seguir intentándolo. Esa es la demanda de los productores, de que se mantenga la defensa de sus intereses para que haya una distribución más equitativa del agua. No sé cuál es la ruta adecuada pero la legal seguramente es una de ellas” mencionó.
Recordó que por un decreto de 1944, México está obligado a hacer un pago de agua cada cinco años a Estados Unidos, debido a los escurrimientos que el río Conchos genera a las presas internacionales.
Sin embargo, señaló, por estar en la parte más baja de la cuenca, Tamaulipas es la entidad más afectada porque le llega muy poca agua del río Conchos, a diferencia de lo que sucede con entidades como Chihuahua que se ubican en la parte alta.
Báez Rodríguez dijo que la exigencia de los agricultores es de que se reinice la lucha para que se implementen mecanismos que permitan una distribución más equitativa del agua.
“No puede ser que entidades como Chihuahua tengan el 100 por ciento del agua y nosotros el 60. Lo ideal es que todos tengamos el 80 por ciento” mencionó.
Dijo que el principal problema en la cuenca es que Chihuahua construyó tres nuevas presas que no estaban contempladas en el tratado con Estados Unidos, y eso hace que se quede con agua que debería estar llegando a Tamaulipas.
A eso hay que sumarle que la Comisión Nacional del Agua (Conagua), tiene sobreconcesionado el uso del agua de la cuenca.
En años donde hay agua suficiente en las presas y las lluvias son benévolas con Tamaulipas, el problema no se resiente mucho como sucedió en 2015 en que incluso Estados Unidos ni siquiera está interesado en reclamar el pago del agua, pero la situación es diferente cuando se registra una sequía donde el líquido es escaso hasta para uso doméstico.