Por Rogelio Rodríguez Mendoza.
A 22 días de iniciadas las campañas políticas la ciudadanía tamaulipeca se sigue viendo ajena por completo al proceso electoral. A no ser por los boletines sonrientes y prometedores que se publican en los periódicos o que se difunden en radio y televisión, nadie se enteraría de que estamos inmersos en una elección para renovar la Cámara de Diputados.
Dos son las razones evidentes de esa frialdad y apatía ciudadana. Una, que los candidatos han sido incapaces de influir en el ánimo de los electores, y dos, que la sociedad está tan desconfiada que no quiere saber nada de los políticos.
No hay otra explicación para tanto desinterés en el proceso electoral. Los partidos políticos han sido tan ineptos para desarrollar una campaña que verdaderamente motive a la ciudadanía. No hay un solo candidato del cual uno pueda decir “ese si le está echando ganas” o “ese va a ganar”.
La campaña de los candidatos se ha limitado al apretón de manos del elector y a la verborrea llena de promesas incumplibles. Les sigue faltando una chispa de inteligencia para “prender” al ciudadano.
No puede ser de otra forma cuando las propuestas de quienes aspiran a una curul federal son tan huecas y falsas que ni ellos mismos se la creen. Por ejemplo, leí en el Facebook de una candidata , su promesa de que “voy a reducir las tarifas de la luz”.
¿Habrá alguien que le crea eso? Desde luego que nadie.
Otro promete seguridad para que tengamos prosperidad, como si tuviera la varita mágica para borrar en un segundo la oleada de violencia que estamos padeciendo.
Un spot del PRI invita a votar por sus candidatos y a cambio promete endurecer las leyes para castigar la pornografía. Puro cuento.
Esa es la principal razón por la que las campañas no despegan. La falsedad de los candidatos es tanta que desanima, aletarga, y provoca flojera hasta para escucharlos.
En la primer semana de campaña política podría parecer entendible ese desinterés ciudadano. Muchos pensábamos que era cuestión de tiempo para que se notara la euforia social por elegir a sus próximos representantes populares en la Cámara de Diputados. Pero no. Las cosas siguen igualitas que como estaban antes del seis de abril.
Ya suman 22 días desde que se dio la voz de arranque a los partidos para ir tras el elector, y siguen tan aletargados como al inicio. Lo peor de todo es que no se ve para cuando la situación pueda cambiar.
Vistas así las cosas, sin ser mago o pitonizo, le adelanto que ya tenemos un ganador para el 7 de junio: el abstencionismo. Doble contra sencillo que así será.
EL RESTO.
Concluida los foros de difusión y consulta ciudadana de la Reforma Político-Electoral, todo está listo para que, ahora sí, los diputados que integran la Comisión Plural de la materia, se pongan a trabajar de lleno en la construcción del nuevo Código Electoral del Estado.
De hecho, será éste miércoles, al término de la sesión plenaria, cuando dicha Comisión se siente a analizar a detalle algunas de las iniciativas recibidas en relación al proyecto de la nueva ley electoral.
En realidad no se espera mucho debate en el tema porque ya parece haber consenso en la mayor parte de los puntos centrales que deberá contener el Código, como por ejemplo la reelección de diputados y Ayuntamientos; el empate de la elección de Ayuntamientos con la federal del 2018; las candidaturas independientes y el voto de los tamaulipecos en el extranjero.
Veremos y diremos.
ASI ANDAN LAS COSAS.