Por Rogelio Rodríguez Mendoza.
El presidente de la Junta de Gobierno del Congreso del Estado, Humberto Prieto Herrera, hizo un llamado a los nuevos juzgadores a “jamás usar la ley como arma de persecución ni como moneda de impunidad”.
El exhorto ocurrió durante la sesión solemne del Pleno legislativo, en el Polyforum “Rodolfo Torre Cantú”, en la que tomó la protesta constitucional a los 147 integrantes del nuevo Poder Judicial de Tamaulipas, un acto que calificó como un pacto de honor para que la justicia “se mire en el espejo de la ciudadanía y nunca más se aleje de ella”.
“Les pedimos, nuevas juzgadoras y nuevos juzgadores, que expliquen cada sentencia, sin jerga innecesaria, por qué deciden lo que deciden; que la verdad procesal no oculte la verdad humana; que el debido proceso camine a la par de la justicia pronta”, puntualizó.
Ante el gobernador, Américo Villarreal Anaya y al magistrado presidente del Poder Judicial, Hernán de la Garza Tamez, Prieto Herrera advirtió que hubo épocas en que la ley “se inclinaba ante el poder económico de unos cuantos y los más vulnerables debían resignarse a una justicia “distante, lenta y, a veces, inaccesible”.
“Hubo tiempos en que la corrupción tentó, erosionó y vulneró la confianza ciudadana. No olvidamos esa lección: cuando la justicia se aleja del pueblo, deja de ser justicia”, agregó.
El legislador subrayó que la reforma judicial aprobada en Tamaulipas fue resultado de una decisión de Estado. “Comprendimos que para erradicar esas malas prácticas había que arrancar todo desde la raíz”, dijo, al recordar que la iniciativa fue impulsada por Villarreal Anaya.
“Tamaulipas eligió libremente a sus nuevas y nuevos juzgadores”. El resultado, aseguró, “nos permite decir con orgullo que 147 mujeres y hombres recibieron del pueblo el mandato de impartir justicia con independencia, imparcialidad y vocación de servicio”.
El también coordinador de la bancada de Morena, recordó a los nuevos magistradas, magistrados, juezas y jueces que la legitimidad que hoy reciben no es un privilegio, es una obligación multiplicada.
“No los eligieron para favorecer a nadie, sino para servir a todas y a todos. La ley se explica con razones, se aplica con prudencia y se honra con integridad”, señaló.