Por Rogelio Rodríguez Mendoza.
En agosto pasado, el 78.6% de las víctimas de secuestro quedaron fuera de las cifras oficiales, denunció la organización Alto al Secuestro, al señalar que las fiscalías locales omiten abrir carpetas de investigación pese a su obligación legal.
De acuerdo con el informe, durante el mes evaluado los eventos de secuestro aumentaron 28.2% en agosto, mientras que las víctimas se incrementaron 27.1%. Se documentaron dos secuestros masivos (uno en Chihuahua con 7 víctimas y otro en Puebla con 12), además de tres secuestros de migrantes en Chihuahua con 18 personas afectadas.
Los estados con mayor incidencia fueron Sinaloa (28 casos con 39 víctimas), Chihuahua (14 con 39 víctimas), Sonora (14 con 19 víctimas), Guanajuato (13 con 17 víctimas), Estado de México (11 con 15 víctimas) y Veracruz (10 con 11 víctimas), lo que confirma la gravedad del problema.
En contraste, ocho estados reportaron cero secuestros en agosto: Coahuila, Colima, Durango, Hidalgo, Querétaro, Tamaulipas, Tlaxcala y Yucatán.
La opacidad es aún mayor si se considera la cifra negra del secuestro, que según la ENVIPE del INEGI llegó a 98.1% en 2024: de 94,679 secuestros estimados en el país, solo 487 fueron denunciados. Un dato que muestra que casi la totalidad de los casos permanecen invisibles para la autoridad.