Por ROGELIO RODRÍGUEZ MENDOZA.
La detención de, Rómulo Garza Martínez, extitular de la otrora poderosa Secretaría de Bienestar Social, (Sebien), en el gobierno del panista, Francisco García Cabeza de Vaca, parece ser una señal de que por fin se echó a andar la maquinaria judicial contra quienes desde posiciones claves de la anterior administración estatal se enriquecieron groseramente al amparo de los cargos públicos.
Sería la primer “victoria” del nuevo titular de la Fiscalía Anticorrupción, Jesús Eduardo Govea Orosco, desde que fue designado para el cargo el pasado 31 de octubre del 2024.
Sin embargo, hay que decir que Garza está muy lejos de ser un “pez gordo” en ese mar de corrupción que se construyó en el gobierno cabecista.
Y es que, hacia dentro de la Secretaría de Bienestar Social, la burocracia sabe muy bien quienes de los que han sido sus jefes medraron descaradamente con el multimillonario presupuesto que ejerció esa dependencia estatal. Esos si deberían estar procesados, pero sus vínculos con el exgobernador y su habilidad para negociar políticamente les han permitido, hasta ahora, mantenerse fuera del alcance del brazo de la justicia.
Uno de esos exsecretarios es diputado local y en su contra se instruyen diversas carpetas de investigación, pero hay indicios de que alcanzó una negociación con el gobierno para no ser desaforado. Uno de esos indicios es
la subordinación que ha venido mostrando hacia el partido en el poder.
Independientemente de todo ello, Rómulo Garza Martínez, es el primer exsecretario cabecista que enfrenta una acusación por delitos graves y como consecuencia será el primero que tendrá que defenderse desde una prisión. Se le acusa de uso ilícito de atribuciones y facultades, lo que le impedirá llevar su proceso en libertad.
La Fiscalía anticorrupción le imputa un daño al erario público por alrededor de 600 millones de pesos, presuntamente con la compra de despensas.
Con anterioridad, otros tres exsecretarios fueron vinculados a proceso, pero enfrentan la justicia en libertad porque el daño patrimonial que se les imputa es en realidad una bicoca, lo que hace sospechar que en realidad fueron acusados solo para que el entonces fiscal anticorrupción, Raúl Ramírez Castañeda, presentara “trabajo” y aliviara las presiones mediáticas que recibía por acusaciones de estar encubriendo a cabecistas.
Se trata de los extitulares de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente (Seduma), de la Secretaría de Administración y de la Contraloría Gubernamental.
No obstante, como le decía, a diferencia de Rómulo, aquellos son acusados de desvíos presupuestales menores, lo que les abre la posibilidad de recibir una sentencia benévola que les permitirá librarse de esa pesadilla de ingresar a una prisión.
Como quiera que sea, en los días o semanas por venir veremos si la aprehensión del extitular de Sebien será la primera de muchas más.
Hay que recordar que, existen más de 50 carpetas de investigación radicadas en contra de al menos un centenar de exservidores públicos del gobierno de Cabeza de Vaca, a quienes se acusa de diversos delitos de corrupción.
Seguramente quienes más preocupados deben estar son quienes tuvieron bajo su responsabilidad la Secretaría de Salud. Esa fue la instancia gubernamental donde más prevaleció la corrupción. Desde sus posiciones claves, los funcionarios de primer nivel construyeron grandes fortunas que hoy presumen con absoluta impunidad.
Frente a ello, la pregunta obligada es : ¿Quién sigue?
EL RESTO.
Esta semana será clave en la elección judicial porque se activará la “tómbola” para definir la lista de aspirantes a juzgadores del Poder Judicial del Estado.
El hecho es importante porque desde las jerarquías del poder estatal tienen sus candidatos para ocupar las magistraturas en disputa, entre ellas la que presidirá el Poder Judicial.
Hay preocupación, sin embargo, porque la insaculación o “tómbola” es un ejercicio en el que la suerte será la que definirá a los candidatos, y hay temor de que no queden los que se quiere.
A ello se debe que hay aspirantes que se registraron en los tres comités de evaluación. Tendrán tres oportunidades para salvar la “tómbola”.
ASI ANDAN LAS COSAS.