Por ROGELIO RODRÍGUEZ MENDOZA.
A seis días de la elección del dos de junio, las protestas de campesinos en el norte de Tamaulipas están convertidas en un verdadero dolor de cabeza para los tres órdenes de gobierno.
No es para menos, porque los agricultores llevan ya varios días bloqueando la carretera Victoria-Matamoros, y amenazan con endurecer sus acciones a partir de este miércoles.
Los productores tienen agendada una multitudinaria movilización a partir de las 09 horas de mañana, en la brecha 102 de Reynosa, para bloquear la carretera Reynosa-Río Bravo y el puente internacional Reynosa-Pharr.
Son varias las exigencias del campesinado, pero se resumen en una: subsidios para la comercialización de su cosecha de sorgo y maíz.
Este lunes, el gobernador, Américo Villarreal Anaya, anunció que los apoyos se comenzarán a liberar a partir de la siguiente semana, después de la elección del domingo próximo.
Estimó que serán alrededor de mil millones de pesos los que se liberarán desde la federación para atender los reclamos de los agricultores.
Villarreal Anaya ha estado muy cerca de los productores. Los ha recibido y escuchado, y ha sido su gestor ante las instancias del gobierno federal. No los ha dejado solos.
De hecho, los líderes campesinos reconocen abiertamente el apoyo que el mandatario les ha brindado, y admiten que el gobierno del estado muy poco o nada puede hacer para resolver la problemática del sector.
Sin embargo, el sentir de los productores no es el mismo con el gobierno federal, a quien culpan de gran parte de los problemas que enfrentan, sobre todo por haberles eliminado, desde el 2018, todos los programas de subsidio al campo.
“Nos dejaron sin nada. A la deriva. Si al menos tuviéramos el programa de Agricultura por Contrato, que nos garantizaba un precio mínimo para el maíz y sorgo, no estaríamos ahorita viviendo esta situación y no habría compañeros cerrando carreteras para que los escuchen”, nos dijo ayer, Marco Antonio Garza, presidente de la Unión Regional Agrícola del Norte (Uran), la más importante organización de agricultores en Tamaulipas.
Por esa razón, los agricultores exigen que, antes del domingo el gobierno federal les garantice por escrito el apoyo que van a recibir para la comercialización de sus cosechas. Aplican aquello de, “papelito habla”.
De ahí que, el conflicto del campesinado este convertido en un verdadero “dolor de cabeza” para las autoridades, sobre todo porque podría enturbiar la elección en caso de que los productores decidan bloquear carreteras el domingo.
Ayer mismo, el consejero presidente del Ietam, Juan José Ramos Charre, expresó su preocupación por el asunto e hizo un llamado a las autoridades a buscar una solución rápida.
Esperemos que, los gobiernos hallen la vía para llegar a un acuerdo con los manifestantes y desactiven el conflicto.
EL RESTO.
CONSENTIDO.- Con mucho, Tamaulipas está convertido en el estado consentido del presidente, Andrés Manuel López Obrador.
Desde que el doctor, Américo Villarreal Anaya, asumió la gubernatura del estado, el mandatario federal ha visitado Tamaulipas en alrededor de diez ocasiones.
Eso hace evidente la estima que López Obrador tiene hacia el gobernador tamaulipeco.
Este lunes, por ejemplo, AMLO volvió a pisar suelo tamaulipeco.
Estuvo en Ciudad Victoria para presidir la reunión del IMSS-Bienestar y atestiguar los avances de los trabajos del sector salud presentados por el gobernador, Villarreal Anaya.
ASI ANDAN LAS COSAS.