Sin la música, el destino de Arcángel pudo haber sido el infierno de las drogas, la muerte a temprana edad o, como en el caso de varios amigos, la cárcel.
«Me enamoré de lo que hago con 15 o 16 años, y a los 18 ya estaba viajando para trabajar. Yo admiraba a otros personajes más que a los artistas: veía a los de mi barrio, pintorescos, callejeros, con otro tipo de filosofía, y la música me ofreció un camino distinto al de muchos jóvenes que no tienen las mismas oportunidades que yo tuve. y se lo agradezco a Dios y a la vida», contó, en enlace desde su natal Nueva York.
Inició su carrera como parte de la dupla Arcángel y De La Ghetto, y desde 2008 se aventuró como solista en una industria donde hay todo tipo de tentaciones y experiencias emocionales.
«Viniendo de donde vengo, me alegro de estar donde estoy, (hoy) viendo a muchachos que fueron al colegio conmigo y que unos no tienen la gracia de poder respirar, o que tengo amigos que no van a volver a ver la luz del sol nunca más.
«Si Dios no me hubiese bendecido con la música, yo no habría podido volar alto. Unos amigos están haciendo 100 años, 60, 50, 40, 25 años de cárcel. ¿qué puedo decir yo de eso? Nada», contó Austin Agustín Santos, que es su nombre de pila y quien se crió en los barrios bravos del este de Harlem.
El exponente del urbano pop y latin trap externó su beneplácito por que el éxito de sus canciones, como «Pa’ que la Pases Bien» y «Hace Mucho Tiempo», se ve reflejado en las fechas que ha abierto para tocar en el País este mes.
«Me di cuenta de que me conocían en México hace unos 10 años, que sonaban unas canciones y se las sabían, y me dije: ‘Llenaré lugares más grandes’. Y ya voy de vuelta para eso, para llenar y estar con mi gente», platicó el también compositor y productor.
El intérprete de «ALV» y «La Jumpa» actuará el 9 de mayo en Mérida; el 11, en León; el 12, en Puebla; el 16, en Tijuana; el 17, en el Auditorio Citibanamex, Monterrey; el 18, en la Arena VFG, Guadalajara, y el 21, en el Palacio de los Deportes, CDMX.
«Lo que me emociona de cada concierto es que se va formando el mismo día, en el momento, (con) lo que va pidiendo la gente y cómo va fluyendo. El guitarrista, el baterista, se acoplan y nos dan un gran round.
«Por eso sé que no será lo mismo lo que toque en Monterrey que en Guadalajara, cada uno tiene su propia emoción, y así vamos pa’ Ciudad de México. Ninguno tiene el mismo orden, la medida del público no es la misma», apuntó el astro bilingüe, de 38 años.
Arcángel anticipó que gran parte de su concierto incluirá las piezas más conocidas de su historial, y se basará en los que considera son sus dos discos esenciales: Sentimiento, Elegancia & Maldad (2013) y Sentimiento, Elegancia y Más Maldad (2023).
«Hace 10 años saqué el que creo es el mejor disco que he hecho, y el año pasado, con muchísimos cambios, como sello (disquera) y equipo, logramos llegar a una fecha adecuada para conmemorar los 10 años.
«Hice otro disco, y para no ponerle ‘Volumen II’ le puse Sentimiento, Elegancia y Más Maldad, y ha sido de mis mejores experiencias. Es parte de mi identidad, y hay muchísima gente que se identifica con lo que digo, lo que canto, lo que hablo».
De hecho, esta última producción contiene dos canciones cuyos títulos son frases muy representativas del slang mexicano, «La Chamba» y «ALV». En la primera colaboró con Peso Pluma, y en la segunda, con Grupo Frontera. De ambos dijo ser amigo, pues lo han hecho sentirse más conectado con el País.
«Digo, sin arrogancia ni soberbia, que pertenezco a un grupo selecto de los mejores intérpretes de urbano. No he tenido que cambiar mi modo de pensar o actuar para complacer a nadie, y tengo tanto éxito que ya pude asegurar a varias generaciones de mi familia».