Diana Carolina Rojas Sánchez, de 28 años, proveniente de Ozumba, Estado de México, encabezó a los aspirantes que soñaban con emprender el vuelo en la renovada Mexicana de Aviación. Acompañada por su madre Victoria, Diana aguardó por más de 12 horas, junto a otros 60 aspirantes, en un hotel del sur de la Ciudad de México, esperando ser entrevistada para un puesto en la emblemática aerolínea.
Desde la noche anterior, candidatos para las posiciones de piloto y sobrecargo en la empresa, ahora gestionada por el Ejército, habían comenzado a formarse. A pesar de la larga espera, el espíritu de los aspirantes se mantuvo alto, con muchos de ellos compartiendo historias y anécdotas sobre su pasión por la aviación.
Rojas, quien anteriormente trabajó para Volaris hasta un reciente recorte de personal, resaltó la importancia de esta oportunidad, rememorando su sueño de trabajar «en el aire» desde que tenía 11 años. «Mexicana es una aerolínea con historia y me gustaría ser parte de esta historia», comentó.
Otros aspirantes, como Luis Mauricio Guzmán Barbosa y Erik Aguirre Sánchez, compartieron sentimientos similares, recalcan la emoción y la dedicación que sienten hacia la industria. «Hay muchos que tenemos pasión por la aviación y vale la pena intentar retomar el vuelo», dijo Erik, de 40 años.
Una lluvia repentina no logró desanimar a los candidatos, quienes se refugiaron rápidamente para mantener su apariencia impecable. Mientras esperaban, muchos de ellos conversaban sobre sus estudios, destacando que la mayoría había estudiado en escuelas privadas.
Con expectativas altas y la esperanza en el horizonte, estos aspirantes aguardan ansiosamente el próximo 2 de diciembre, fecha en la que se espera que la nueva Mexicana de Aviación comience sus operaciones.