Un informe reciente de Climate Action Tracker (CAT) sacó a la luz la falta de avances de México en la transición hacia una energía más limpia y sostenible. Según el reporte presentado este martes, México no tiene intenciones de abandonar el uso de gas fósil ni de carbón. Además, ha recortado su apoyo a las energías renovables.
El estudio pone a México en el último lugar, junto con Japón, al evaluar el progreso de 15 países y la Unión Europea en su camino hacia un suministro eléctrico más sostenible. Reino Unido, Chile, Alemania y Sudáfrica lideran la lista con mejores prácticas en la materia.
En el tema del carbón, el informe señala que este solo representa menos del 10% de la electricidad en México. Aunque el país no tiene planes de añadir más capacidad de carbón en los próximos años, tampoco hay un plan claro para deshacerse de la infraestructura existente. «México debería dejar de usar carbón para generar electricidad antes de 2030 si quiere cumplir con la meta de limitar el calentamiento global a 1.5 grados Celsius», advierte CAT.
En cuanto al gas fósil, el estudio lo identifica como la principal fuente de electricidad en México, responsable de más de la mitad de su energía. Además, se prevé un aumento en la capacidad de gas fósil en los próximos años. «México planea añadir 6 GW más para 2026, en comparación con los 45 GW actuales», indica el reporte.
Para estar en línea con los objetivos climáticos globales, México tendría que recortar su uso de gas fósil a más de la mitad para 2030 y eliminarlo por completo a más tardar en 2040. Además, el país debe enfocarse en que al menos dos tercios de su energía provengan de fuentes renovables para 2030, una meta muy lejana considerando que actualmente solo una quinta parte proviene de estas fuentes.
El informe critica especialmente que México haya retrocedido en políticas que antes fomentaban las energías renovables. En lugar de ello, se ha centrado en modernizar las centrales hidroeléctricas existentes.
Con estos resultados, el futuro de la transición energética en México se ve complicado, dejando mucho que desear en el camino hacia un mundo más sostenible y en sintonía con los objetivos globales de combatir el cambio climático.