Por Redacción Noticentro.
La crisis familiar que padece México cada vez se recrudece más. Entre 1990 y 2015 el porcentaje de adolescentes en unión libre aumento de 2.5 a 5 por ciento, mientras que el de casados disminuyó de 4 a 1.6 por ciento.
Así lo reveló el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, (Inegi), al dar a conocer cifras estadísticas sobre la unión en adolescentes con menos de 20 años de edad, a propósito del Día de San Valentín, a celebrarse éste 14 de febrero.
De acuerdo con el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), “el matrimonio infantil y las uniones tempranas constituyen una violación a los derechos humanos y son prácticas nocivas que afectan gravemente su vida, su salud, su educación y su integridad” .
“Un aspecto por destacar es que cada vez hay más adolescentes que sustituyen la unión legal por la consensual: entre 1990 y 2015 la proporción de casados disminuyó de 4 a 1.6% mientras que los que viven en unión libre aumentó de 2.5 a 5 por ciento” detalló el Instituto.
Y añadió: “ Las tendencias de esta fuente de datos muestran que el porcentaje de matrimonios, donde alguno de los cónyuges tiene menos de 18 años, ha disminuido notablemente. En 1995, por ejemplo, el número de mujeres que contrajeron matrimonio antes de los 18 años de edad fue de 105 mil 066 mujeres, lo que en términos porcentuales representa 16% respecto al total de los matrimonios registrados en ese año”.
Además, en 2016 el número de mujeres que contrajeron matrimonio legal en las mismas circunstancias es de 9, 871 y su proporción disminuye a 1.8 por ciento.
Por su parte, el porcentaje de hombres que contraen matrimonio antes de cumplir 18 años es inferior al de las mujeres, lo que provoca que año con año se acumule un conjunto importante de mujeres que se casan sin alcanzar legalmente la mayoría de edad.
“Para las instituciones que realizan política pública, estos datos resultan de gran interés, ya que según la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes, el matrimonio u otro tipo de unión , a edades muy tempranas y con grandes diferencias de edades respecto de la pareja, aumentan la vulnerabilidad de estas adolescentes; al propiciar el desequilibrio de poder al interior de la pareja y las pone en un riesgo continuo de abuso basado en la construcción social de un enfoque de género no equitativo ni de igualdad” mencionó.