Afortunadamente tres de las cuatro organizaciones civiles que solicitaron ser reconocidas como partidos políticos para las elecciones del 2018 no cumplieron con los requisitos y quedaron fuera, según datos proporcionados por el Instituto Electoral de Tamaulipas (IETAM), que preside Jesús Hernández Anguiano.
Las organizaciones civiles que quedaron fuera son: “Alianza Ciudadana Tamaulipeca”, A. C., que representa el ex-priísta Mauricio Cerda Galán; “Movimiento Nuevo Santander”, A.C., cuya comisión ejecutiva la integran Juan Carlos Oyarvide Flores, Homero Contreras Castillo y Acenet García Nava; y “Partido Joven” que tutelan Miguel de los Santos Obregón, Edgar Puente Sánchez y Ana Sugey Acuña Quiñones.
En contraste, la organización civil que logró pasar la primera etapa del largo camino para ser considerada como partido político fue: “Impulso Humanista de Tamaulipas, A. C., que dirige José Leandro García Molina, quien luego de ser candidato del Partido Humanista (PH), de triste memoria, a la diputación federal del VI distrito electoral con cabecera en Mante.
García Molina deberá de realizar asambleas distritales en por lo menos 15 de los 22 distritos electorales que hay en la entidad, puesto que debe de como mínimo 6 mil 665 afiliados antes del 31 de diciembre del 2017.
Una vez que compruebe el número de afiliados, en enero del 2018 deberá de presentar su solicitud de registro como partido político, a fin de poder llegar a la etapa de dictamen y resolución en el IETAM.
En caso de cumplir con todos los requisitos establecidos, el registro de “Impulso Humanista de Tamaulipas” como partido político surtirá efecto a partir del 1° de julio del 2018 y, por ende, tendrá derecho a las prerrogativas electorales que salen nuestros impuestos.
Si bien es cierto que se le debe dar voz a las minorías, resulta sumamente oneroso pagar con nuestros impuestos las aventuras de políticos trasnochados, como es el caso del ex-priísta Cerda Galán.
También resulta inverosímil que gentes allegadas a políticos desprestigiados por sus voraces ambiciones, como es el caso del joven Puente Sánchez identificado plenamente con Humberto Moreira Valdez, pretenda crear un partido político en Tamaulipas con una burda copia del Partido Joven que hay en Coahuila.
Ya basta de que la sociedad tamaulipeca pague las aventuras de políticos trasnochados, puesto que se tienen amargas experiencias con el pretexto de representar a las minorías en la entidad.
Ejemplos hay muchos, pero basta con señalar el caso del PRD y del PT que ni siquiera lograron conservar el registro como partidos políticos luego de que pudieron obtener el 3% de la votación válida de las pasadas elecciones locales.
Es por eso, que el Congreso Local debe de aumentar los requisitos para que las organizaciones civiles no logren con facilidad crear nuevos partidos políticos en la entidad, debido a que en la actualidad sólo se requiere tener afiliados el 0.26% del padrón electoral.
En otro tema, como andará de precaria la situación económica en Ciudad Victoria que van 4 días consecutivos que empleados del gobierno estatal hacen largas filas ante las oficinas del Instituto de Previsión y Seguridad Social del Estado de Tamaulipas (IPSSET), con el propósito de conseguir un préstamo para pagar las deudas contraídas ante los bajos salarios que tienen.
Los empleados se quejan de que luego de que se suspendieron los préstamos poco después de las elecciones locales del año pasado, la nueva administración estatal haya dejado transcurrir poco más de seis meses para volver a otorgar estos derechos consagrados en las leyes laborales.
Se espera que el nuevo titular del IPSSET, Luis Leonel Salinas Martínez, logre ampliar el número de préstamos a favor de los empleados estatales, sobre todo cuando supuestamente se entregaron finanzas sanas de este organismo, entre otras prestaciones a que tienen derecho.
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