Según el fondo internacional para el desarrollo agrícola, el 70 por ciento de los granos en el mundo están en peligro de extinción y de esta, el 40 por ciento de las cosechas no llegan a los centro de abasto por perdidas de los productores. En ese mismo orden siete de cada diez variedades que generan básicos alimenticios como el maíz, el arroz, el frijol, el trigo y el cacao, están prácticamente perdidos. Motivo por el cual ese organismo internacional considera urgente recuperar los conocimientos tradicionales la variedades de cultivos, ya que mucha de estas se han dejado de sembrar por motivos diversos de parte de los productores.
Se trata de una circunstancia que el hombre no puede suplir y ante la cual no hay alternativas. Porque se trata de los productos básicos que demandan los mercados internacionales y que se requieren para cubrir la demanda básica de la alimentación.
La referencia de lo expuesto por la directora de ese organismo Margarita Astralaga Pertuz, se ve reflejada en los rendimientos bajos que obtienen nuestros agricultores y hortelanos en las tres regiones de la entidad, donde cada año más que rendimientos obtiene muestras, de que el clima y la plagas son la principal adversidad, ya que parece que el clima han vulnerado los ciclos agrícolas y las afluencia de plagas incrementa los costos de la producción.
Es un asunto que los organismos internacionales relacionados con la producción de alimentos advierten desde hace más de 30 años, pero que los gobiernos y los productores han ignorado las directrices pero sobre todo se debe al ejercicio de una agricultura precaria, que busca producir más pero cada vez con menos referencia de la sustentabilidad.
En este sentido cobra relevancia uno de los dictámenes aprobados por los diputados de la sexagésima tercera legislatura tamaulipeca en su última sesión, por el que se suscribe a la «Carta de la Tierra», documento que fue presentado por el legislador del partido Verde, Humberto Rangel Vallejo. Habrá que conocer el documento.
Pues según el diputado es un instrumento orientación en la toma de decisiones sustentables, ya que su utilidad es de vital importancia, como un marco ético para el desarrollo sustentable de cualquier actividad agrícola y pecuaria.
Según el legislador, los principios comprendidos en ese escrito, engloban la esencia de los derechos humanos y la metahistoria que como humanidad deben alcanzar para la sustentabilidad y justicia social.
La iniciativa surge, según explicó, de un grupo de personas interesadas en mejorar la vida de las generaciones futuras y ante la realidad del planeta, por lo mismo los diputados se unieron para fin de contribuir por un Tamaulipas sustentable. Es un buen instrumento de los diputados, ojalá sea su referencia en sus tareas legislativas.
En otro orden, el gobernador panista Francisco García Cabeza de Vaca, presidió en su natal Reynosa el festival “Tamaulipas tiene una Nueva Luz”, casi al anochecer hizo lo propio en la heroica Matamoros. Además del encendido del Pino hubo un festival alusivo a la temporada decembrina. Con el estilo de los luces propias de Disney.
El mismo protocolo de la festividad se repetirá en las ciudades de Tampico, Nuevo Laredo y Ciudad Victoria está programada para el 11 de diciembre. Quizá por ese motivo no es tal la urgencia de concluir la instalación del tradicional Pino Navideño, que en esta ocasión regresó al centro del edificio del palacio de gobierno.
En tanto que el alcalde victorense Oscar Almaraz Smer también presidió el festival Luces de “Navidad Viva”, en las instalaciones del Sistema municipal para el Desarrollo Integral de la familia.
Donde están ausentes las luces navideñas es en la mayoría de las calles, colonias y fraccionamientos de esa capital, donde tradicionalmente las residencias se visten de multicolores y los renos ocupan las entradas principales. Será austeridad, falta de circulante o ahora si tendrá un costo real el servicio de la electricidad.
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