Por Chantal Martínez Díaz
Tamaulipas ocupa el primer lugar en desapariciones en el país. A junio del 2016 registran un total de siete mil casos de personas no localizadas que se suman a 21 mil más que son las víctimas indirectas de las desapariciones forzadas y particulares.
En el marco del Primer Foro sobre Derechos Humanos y Familia en el marco del “Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas”, la Academia a través de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, así como las asociaciones civiles como la Red de Desaparecidos de Tamaulipas A. C., establecieron un panorama real de esta problemática que es un problema severo de violación a los derechos humanos, sobre todo por la falla en los protocolos de búsqueda.
Josefina de León Mendoza, presidenta de la Red, dijo que existe un frío institucional que convierte en un calvario la búsqueda de las y los desaparecidos.
Para tener una idea, existen elementos que ni siquiera han querido recibir las denuncias de los familiares de esta problemática que no ha alcanzado la tipificación como delito.
“Esta serie de desapariciones, que no es privativa de Tamaulipas ni de México, se empezaron a generar a partir de 2010, cuando nos tomó por sorpresa el fenómeno, en ninguna parte nos enseñaron qué hacer y si a nosotros no se nos enseñó a las instituciones tampoco. La cúspide del problema se da del 2012 al 2014 y que en base a un dato del colectivo de Desaparecidos, en ese periodo en un día se llegaron a reportar hasta 40 casos”, dijo De León.
Añade que la omisión va desde el no levantar la denuncia y hasta tratar de convencer de no interponerla argumentando riesgos: “aconsejaba que no se levantara, que no se metieran en problemas, no te vayan a llevar también”, con lo cual generaban una revictimización.
En Tamaulipas fue hasta el 2014 cuando los casos empezaron a elevarse a averiguación previa. “La sociedad tamaulipeca no tiene confianza, encontramos que existe un protocolo de búsqueda que está rebasado, sobre todo porque en promedio tarda un año o más empezar con lo que son las investigaciones”
En lo que respecta al apoyo de las instituciones bancarias para ver lo que respecta a pagos de rescate, esa investigación dura como cuatro años; para obtener las sábanas telefónicas; es decir, el detalle del número de teléfono que utilizan puede obtener en un año.
La localización de vehículos se da hasta en cuatro años y las acciones en sí son un calvario.
“La búsqueda física a persistencia de la persona tarda un año siete meses en promedio, es por eso que no se tiene confianza en la autoridad y, quizá ahorita ya ha cambiado por los golpes que se han dado, pero siguen sin tener resultados” mencionó.
Por ello , dijo, tienen que reorientar recursos y acciones, adecuar lo que se tiene en base a las necesidades de los desaparecidos, pues hay muchos puntos de desconocimiento por parte de las mismas instituciones.
Las desapariciones de Tamaulipas representan casi la cuarta parte de las que se registran en todo el país. Aquí los municipios con mayor reporte son Matamoros con el 23.57 por ciento; Nuevo Laredo con 18,44 por ciento; Reynosa con el 17.34.
Le sigue Tampico con el 7.77 por ciento; Victoria se ubica en el lugar número cinco con el 7.73 por ciento; Valle Hermoso con el 3.56; Altamira el 3.19 y San Fernando con el 2.83 por ciento.
En tanto que Mante está con el 2.07 por ciento; le sigue Miguel Alemán con el 1.7 por ciento, tras González y Mier.
No obstante este panorama, a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), solamente han llegado 397 solicitudes de búsqueda de tamaulipecos en el extranjero, de acuerdo con la exposición de Luis Chao Pratt, subdelegado de esa dependencia quien habló sobre la labor consular en la localización de migrantes.
De ellos, solamente 180 resultaron favorables. Explicó que la Secretaría cuenta con un instrumento de comunicación inmediata, que es el sistema de protección consular, que es confidencial y la manejan a nivel de seguridad nacional, que es la que registra los casos diariamente o como se presenten.