José del Carmen Perales Rodríguez
Forzar el cierre de los ciclos en la mayoría de las veces conduce hacia escenarios que no convienen al que pugna por acelerar el paso, máxime cuando no hay razones de peso para ello, salvo las virtuales que no siempre pueden ser aterrizadas porque suelen ser producto de arranques viscerales que no reparan en el daño colateral que puedan acarrear, en este caso, al prestigio de la institución que está de por medio.
La Universidad Autónoma de Tamaulipas, tomando en cuenta la época reformista que vive el sistema educativo nacional, normativamente ya no puede seguir siendo vista como un botín de guerra por parte de ningún grupo ni mucho menos por intereses particulares, por el contrario debe ubicarse, como ahora mismo ocurre, en el centro de las estrategias de reconstrucción social y del desarrollo económico y tecnológico del estado.
Por lo anterior considero que referirse subjetivamente a la UAT como la recién descubierta meca de vicios y otros excesos, ni es objetivo ni permite avizorar los planes que se tengan para mantenerla en la ruta de ascenso en la que se encuentra, por el contrario muestra una sed de revancha que a nadie (sociedad, gobierno, academia, egresados y alumnado) le conviene y menos permite, a quienes la reclaman para sí, asegurar que habrá tiempos mejores.
En la Universidad ya no hay espacios para otras cuestiones que no sean la academia y el cumplimiento de los indicadores que la lleven a posicionarse mejor a nivel nacional e internacional, porque sólo de esa forma sus egresados podrán reclamar ser tomados en cuenta para insertarse laboral y socialmente, tanto en el sector público como en el privado, por ello centrarse en versiones que no pueden opacar los logros es tanto como traicionar su lema y su palmarés allende las fronteras.
El rector Enrique Etienne Pérez del Río ha tenido que sortear, por salud de la propia Alma Mater y por el compromiso adquirido como egresado universitario, todas las problemáticas y lastres que impedían a la institución avanzar. Lo ha hecho aplicando el acelerador a fondo porque sabe que pueden ser sólo cuatro años de gestión y no quiere entregar un trabajo incompleto y seguramente por el paso que lleva se anticipa que cumplirá.
Inexorablemente los ciclos se cierran, pero en el caso de la UAT eso no es lo que ha preocupado a quien está al frente por el contrario le ha dado el empuje necesario para entregar buenas cuentas, para dejarla encarrerada pero sobre todo con resultados palpables para que no haya nada que le impida salir a la calle con la frente en alto.
APUNTE.- A propósito de… A partir de mañana por la tarde la sociedad victorense podrá disfrutar de un espectáculo artístico de alta escuela, podría decirse que hasta de clase mundial con la décima edición del Festival Internacional del Folklor Universitario Tamaulipas 2016, que será inaugurado las 19:00 horas en la explanada del Centro Cultural Tamaulipas.
Previamente habrá un desfile de grupos folklóricos por la calle Hidalgo, espectáculo que muy pocas veces se puede apreciar en la Ciudad, de acuerdo al programa las presentaciones en el Teatro, inician el miércoles 10 de agosto con la actuación de Botswana y Tahití; el jueves 11 será la presentación de Letonia y México; mientras el evento de clausura es el día viernes 12 de agosto con la actuación de todos los grupos en el Teatro Amalia G. de Castillo Ledón.
La entrada es libre, pero ya puede acudir por sus pases a las taquillas del Teatro, a la Dirección de Difusión Cultural ubicadas en el Centro Universitario Victoria; así como a Radio UAT y en el Centro de Educación y Formación Artística Universitario ubicados en el 10 y 11 Matamoros, así que si le gusta el folklor tiene tres días para disfrutar.
PENDIENTE.- Nuestro amigo y compañero Javier Humberto Vázquez Eguía, quien siempre me pide le diga sólo «Choco», nos necesita. Hoy por él… mañana Dios dirá.
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