Por Redacción Noticentro.
Solamente el 40 por ciento del millón de hectáreas que se siembran cada año en Tamaulipas cuentan con un seguro agrícola, informó Guillermo González Osuna.
El Subsecretario de Desarrollo Rural en el Gobierno del Estado, lamentó la situación porque lo ideal sería que las cifras fueran a la inversa, donde el 60 por ciento estuviera protegida con una póliza de seguro.
“En Tamaulipas se siembran alrededor de un millón de hectáreas cada año pero de esas apenas entre 300 mil y 400 mil tienen un seguro. El resto están desprotegidas en ese sentido” indicó.
El funcionario estatal atribuyó el hecho a la falta de cultura del seguro entre los productores que siguen viendo como un gasto innecesario la compra de una póliza que proteja su inversión.
De hecho, explicó , muchos de quienes actualmente tienen un seguro lo compraron porque tienen un crédito y eso los obligó a adquirir la póliza.
Dijo que las instancias de Gobierno han venido trabajando desde hace varios años, en concientizar al agricultor sobre la importancia de comprar un seguro, pero sigue habiendo mucha resistencia.
“Es como con un vehículo que lo proteges con un seguro. No evitas un choque pero su proteger tu inversión” destacó.
Actualmente, el Gobierno federal y estatal tienen un programa denominado seguro catastrófico que, sin embargo, no garantiza la inversión sino un apoyo de 1,500 pesos por hectárea para productores que tienen menos de 20 hectáreas.
“Este seguro es solamente para pequeños productores y no es para resarcir daños o la inversión. Son apoyos tipo Fonden. De ahí nace el seguro catastrófico. La otra, la que queremos que compren los agricultores, es una prima de seguro donde una compañía toma la decisión y la que indemniza en caso de siniestro” indicó.
González Osuna insistió en que, llegara el momento en que los agricultores tendrán que convencerse de que comprar una póliza de seguro es prioritario porque se trata de la mejor forma de proteger su inversión, sobre todo ahora en que cada año es muy alta la amenaza de fenómenos climatológicos adversos.